top of page
Buscar
  • Foto del escritorLábil | Rock Peruano

Algo sobre nuestro primer disco

Algunos de nuestros amigos ya saben que estamos en proceso de grabación del primer disco de Lábil. Cada vez más cerca de terminarlo, cada vez más cerca de poder escucharlo.

Cuando tocamos con público siempre hablamos de esto: “Estamos haciendo un disco inspirado en una historia de amor, en la que cada canción es un capítulo”. Siempre lo decimos y por eso, quienes nos conocen, nos han preguntado más de una vez por algo que a ellos les parece curioso: “¿Amor? ¿Ustedes escriben de amor?”.


No podría hablar por todos en Lábil, pero el romanticismo nunca fue mi principal característica.


No somos románticos, pero…


Si esta banda tiene poco más de 2 años y no 16, es por ese famoso descuido al que solemos llamar “las cosas que no se dieron”. Eduardo estudiaba en Tacna cuando yo vivía en Arequipa, yo estudiaba en Arequipa cuando él vivía en Tacna. Luego él se mudó a Lima; cada uno hacía su vida y la música nos afectaba de forma individual, es decir… las cosas no se dieron.

Lo que si pasaba de vez en cuando era que se nos ocurriera una que otra idea de armonía, melodía o letra. Cuando pudimos juntarnos o a la distancia desarrollar alguna de ellas, hicimos una canción.


Tiempo después, en eso que tienen los amigos de contarse un poco sus cosas, descubrimos que varias de las ideas hechas canción tenían un patrón: Hablaban sobre amor en diferentes tipos y etapas; autobiográficas o imaginarias. Inspiradas y dedicadas a nuestras ex novias o simplemente inventadas porque sí… como fuera que pudieran clasificarse eran en esencia, canciones de amor.


¿Y por qué escribe de amor alguien que no es romántico?

¿Será que el amor es tan omnipresente que ni los más fríos y solitarios gruñones podemos evitarlo?


En todo caso, para hacer este proyecto hemos tenido que aceptar – a regañadientes – que el amor nos encuentra, atrapa, afecta, alegra, bendice y/o lastima a casi todos.

Así fue que decidimos jugar un poco con esas canciones, ponerles un orden, encontrar coincidencias entre nuestras historias (o las de nuestros amigos) estructuramos capítulos como quien escribiera una novela en base al momento que describía cada canción y diseñamos lo que hoy es nuestro primer proyecto como Lábil: Un disco que narra una historia de amor.


Culpables y cómplices.


Mientras que para Eduardo – te voy a poner en evidencia – hay canciones de Lábil que vienen con nombre y apellido; a mí me pasa que no puedo relacionar nuestras canciones con alguna vivencia personal.


La mayoría de mis amigos han vivido historias de amor. De algunas de ellas pude ser testigo y por eso afirmo: se hace evidente cuando un amigo está involucrado en una relación de amor, porque no importa cuanto lo niegue, este, siempre cambia. Más aun cuando llega al desamor.

A veces también fui testigo – sin querer – de historias de amor de personas que no eran cercanas a mí.


Les cuento esto porque hay canciones en las que parece que escribí pensando más en lo que sintió o sentiría otra persona que en lo que sentía yo. Y esto los hace cómplices de la idea de hablar de amor. Tal vez para hablar de amor, más importante que ser romántico, es saber escuchar.


Entonces este disco no es tan íntimo como pensábamos. No parte sólo de nosotros, de nuestras ideas y vivencias, sino de la comparación de estas. De reconocer que por más individual que sea la experiencia de amar, por más única que se vea una historia de amor, está llena de etapas y capítulos comparables entre sí. Nos ilusionamos, ansiamos, nos enamoramos, queremos, deseamos, amamos, confiamos, desconfiamos, celamos, odiamos, peleamos, recordamos, extrañamos, añoramos, aprendemos, etc. No importa como lo vivamos, cada vez que hablamos de amor con alguien que ha sentido amor, en algún nivel, nos hacemos cómplices.


Una historia de amor en la que cada canción es un capítulo.


La Ilusión: Amor puro y platónico.

El flirteo: Coqueteamos. Aunque en este caso somos “víctimas” del coqueteo.

El enamoramiento: Amor dulce y honesto en el que no existen la duda y la desconfianza.

La pasión o el apasionamiento: Descubrimos el cuerpo de nuestra pareja y curiosamente esto hace que entendamos mejor el nuestro. Hasta aquí, todo es placentero.

La desconfianza: Aparece la primera duda y con ella llega el primer conflicto; uno de esos que se resuelven con una reconciliación pasional.

La reflexión: Empezamos a racionalizar profundamente en nuestros problemas de pareja.

La reconciliación: Tomamos la opción emocional, perdonamos y/o nos perdonan.

La ruptura: Terminamos porque parece lo mejor. Pero lo hacemos de forma violenta. Cómo si el propio amor nos hiciera pensar que odiamos.

La añoranza: Extrañamos, ¡oh cómo extrañamos! Cuando esa persona se va y no podemos hacer más que pensar en ella.

La negación: Pensamos que lo hemos superado, que estamos por encima de lo que sentíamos.

La nostalgia: Recordamos con tristeza lo que nos hizo felices. Anhelamos lo que ya no tenemos.

La superación: finalmente nos hemos “curado” y estamos listos para vivir de nuevo. Entendemos que el amor nos hace felices y vale la pena, volver a amar.


Una historia de amor, ¿Una sola historia?


Creo que es perfectamente posible vivir una historia de amor en este mismo orden y con estos capítulos. Pero el origen de las canciones no pertenece a una sola historia, son varias. Las de Eduardo, las mías, las de nuestros amigos… hay incluso algunas canciones inspiradas en múltiples vivencias, con frases que corresponden a experiencias de varias personas.

La intención principal no es hacer un solo personaje en esta historia, para tal caso, el protagonista es el amor mismo, y la idea es verlo como si todo el amor fuera uno solo. Como si fuera todo, un solo amor.


Al menos eso es lo que pienso sobre nuestro primero disco, hoy.


César Gutiérrez




4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

EPK

Publicar: Blog2 Post
bottom of page